Vinos • Bodega Oceánica Jose Ignacio
Vinos elegantes, minerales,
con gran noción de origen
Vinos elegantes, minerales,
con gran noción de origen
Hacer vino con uva // transmitir un sentido de lugar
Vinding Diers
Comprometidos con el cuidado de nuestra tierra, generamos las condiciones óptimas para preservar las características propias de cada fruto, a fin de que este exprese una importante noción de origen. Un proceso de gran determinación en la búsqueda de calidad y respetuoso de las riquezas naturales que José Ignacio nos brinda.
La filosofía de Bodega Oceánica se asienta en transmitir un sentido de lugar; del alma de nuestra tierra a su copa. Una pequeña bodega, para lograr un gran vino. El desgranado —o despalillado— se realiza una hora después de la vendimia como máximo, de forma de atesorar los intensos aromas de la fruta. Ya en la bodega, las uvas son procesadas con gran cuidado por parte de nuestro equipo. A esto le sigue la fermentación del vino en tanques de acero inoxidable. Este proceso se lleva a cabo con un cuidado control de temperatura, lo que permite conservar al máximo el potencial expresivo del vino. La guarda se realiza en la cava, en toneles de roble francés de la más alta calidad.
El verdadero creador de los vinos de Bodega José Ignacio es nuestra tierra. A nuestra pasión por producir vinos de excelencia, que expresen una gran noción de origen oceánico, se incorpora la sabiduría de un valioso enólogo, quien nos ayuda a interpretar la esencia del fruto y sacar lo mejor de cada uva.
Hans Vinding Diers nació en Stellenbosch, región vitivinícola de Sudáfrica meridional. Más tarde, aún de niño, se mudó con su familia a Burdeos, donde creció en contacto con la bodega de su padre, heredando una preciosa cultura del mundo del vino.
Con más de cincuenta cosechas en su haber, Hans ha labrado una gran trayectoria como enólogo a nivel mundial; a partir de sus comienzos en Australia, ha investigado y trabajado en bodegas de cuatro continentes, consolidando su visión y método propios. La llegada de Hans a Sudamérica se da en 2001 con la apertura, en sociedad, de Noemía, bodega biodinámica fundada en un antiguo viñedo del desierto patagónico.
Convocamos a Hans Vinding Diers a Bodega José Ignacio para ayudarnos a cumplir nuestro sueño: lograr vinos de excelencia siendo fieles a la fruta que se cultiva en estas tierras. Nuestra pasión se concreta a través del trabajo de nuestro equipo residente y de la expertise de Hans, quien sabe entender a la uva en sus diferentes fases y realiza una inigualable tarea de intérprete. Su participación —en cada detalle del proceso— y su compromiso con nuestra finca son de gran alcance. Nos llena de orgullo poder elaborar estos vinos, que honran nuestra tierra por medio de la sabiduría de un enólogo con cuya filosofía comulgamos plenamente. Comprender la identidad y valorar el tempo de la uva está en nuestra naturaleza.
En suelos de limo arcilloso apoyado en basamento cristalino, nuestras vides crecen sobre las suaves colinas, siempre ventiladas por el aire oceánico, elemento vital para el sano desarrollo de los frutos y la buena acidez de nuestros vinos. Los viñedos se ubican a menos de quinientos metros de la bodega. Todos los procesos vitivinícolas son hechos a mano con gran cuidado y detalle.
Región costera de clima cálido y templado, con una temperatura promedio de 16,5 °C. Buena amplitud térmica durante el período de madurez de la uva.
Franco limoso, franco y franco arcilloso, asentado sobre basamento cristalino. Presenta un relieve fuertemente ondulado, con pendientes del orden del 3 %-5 %.
El recurso principal consiste en un tajamar con una capacidad de 42 500 m³.
8,5 ha